Ella estaba en el horizonte.
Me acerco dos pasos,
ella se aleja dos pasos.
Camino dos pasos
y el horizonte se corre diez pasos más allá
Por mucho que yo camine,
nunca la alcanzaré.
¿Para que sirve la utopía?
Para eso sirve:
para caminar.
Eduardo Galeano
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